¿Concejales flojos en Hualpén?

Las acciones fiscalizadoras practicadas por el concejal Gabriel Torres en Hualpén, son ni más ni menos que el cumplimiento de una de las dos principales labores que la Ley manda a los concejales de todo el país. Esto es, fiscalizar, sin entramparse en razones de amistad o relaciones familiares.
Y esto es lo que ha hecho Torres, al concurrir incansablemente a ontraloría, para esclarecer cada una de las irregularidades por él detectadas al interior del municipio local. Esa es su labor, su obligación, y la ha cumplido en la medida de las posibiliades reales que tiene un concejal en brutal desventaja ante el Concejo.
¿Que lábor fiscalizadora ha cumplido el resto de los concejales?
El diputado Cristian Campos ha estado ajeno a lo que ocurre en el Concejo, por lo menos desde que accedió al Parlamento, y a él le consta que los concejales concertacionistas sólo concurren con su voto para aprobar todo, sin excepción ni discusión; sin cuestionar ni cuestionarse nada. Por lo tanto, al diputado Campos le consta que el trabajo mandatado por la Ley a los concejales, en Hualpén, sólo lo ha cumplido Torres, a quien recientemente ha calificado de "el más flojo".
La labor de Torres la reconoce incluso, con lealtad, el presidente comunal de la UDI, Julio Andradese, en declaración pública a los medios.
Es de esperar que la verdad marque la diferencia en las próximas elecciones unicipales, y que la comunidad se pregunte antes de votar, quiénes realmente merecen llamarse "Concejal", en Hualpén.