jueves, 27 de agosto de 2009

Los parlamentarios que el país necesita

Cuando de campañas se trata, cada candidato se esfuerza por captar la mayor cantidad de votos para resultar electo, pero no siempre se esmera por presentar un proyecto de trabajo para el eventual ejercicio de su cargo.
Es el caso de la presente campaña parlamentaria, ya iniciada antes de tiempo, prácticamente no hay contenidos que puedan traducirse en materias de ley, considerando que la tarea propia de los parlamentarios, es justamente legislar. Pero no sólo se trata de legislar sobre proyectos que "otros" presenten, porque la gracia es también tener y presentar proyectos propios, y no sólo proyectos que beneficien a pequeños sectores de la población, sino proyectos que además, tengan importancia y envergadura nacional.
Hay candidatos que ignoran las sugerencias que se les hace, porque generalmente piensan que se trata de intereses ajenos a los suyos, es decir, que no tienen nada que ver con "cómo hacer más votos". Pero también hay candidatos que ignoran las sugerencias que reciben por simple flojera, para no pensar si tal sugerencia valdrá o no la pena.
Respecto del distrito 43, Hualpén-Talcahano, ni siquiera ha sido fácil hablar con todos los candidatos, porque algunos exigen sumisión previa.
Los parlamentarios que el país necesita, son pues, gente dispuesta. Parlamentarios que estén dispuestos a escuchar, a pensar, y a digerir previamente las sugerencias que se les hace antes que decir que "no vale la pena preocuparse de eso, por lo menos ahora..."
Los parlamentarios que el país necesita, son aquellos que de verdad quieran servir a la gente, a toda la gente, independiente de para quién fue su voto. Que quieran legislar en bien de su región o distrito, y del país; que quieran legislar por erradicar las desigualdades y las discriminaciones partidistas, por constituir estas prácticas gérmenes de la corrupción.
El país necesita parlamentarios que, por ejemplo, quieran legislar para modificar la actual Ley sobre Juntas de Vecinos y Demás Organizaciones Comunitarias, plagada de vacíos e incongruencias que los más vivos aprovechan en desmedro de los intereses de la población.
Los futuros parlamentarios deben saber y entender que leyes como éstas tienen en crisis a una enorme cantidad de organizaciones sociales a lo largo de todo el país, las que si no son utilizadas por mezquinos intereses partidistas o por autoridades locales con ansias de perpetuarse en el poder, son simplemente ignoradas, como ocurre aquí, en Hualpén.