viernes, 2 de mayo de 2008

Alcalde de Hualpén Desafía la Legalidad

El alcalde de Hualpén, Marcelo Rivera, hasta ahora presidente regional del
PPD, ha desafiado abierta y públicamente la legalidad al rechazar categóricamente
un dictamen de la Contraloría Regional de Concepción, que simplemente le ordena
cumplir con la ley, ante su negativa de certificar el cambio de presidente al
interior de la Junta de Vecinos 44-C "José Miguel Carrera", de esta comuna. Esta vez, "la defensa" municipal intenta utilizar como resquicio el que la
Contraloría no podría pronunciarse mientras se tramitan en la Corte de Apelaciones
dos causas interpuestas sobre el mismo tema. Con ello, el alcalde Marcelo Rivera,
o su equipo de asesores, está utilizando el mismo pretexto dilatorio que utilizó
ante la Corte de Apelaciones en nuestra primera presentación, procurando engañar o
distraer la atención de los tribunales. ¿Qué hace que una autoridad local persista en vulnerar la autonomía de
una orga nización social? ¿Qué grandes motivos tiene para negarse a cumplir con la ley que le ordena
certificar las modificaciones en el directorio de una junta de vecinos? ¿Por qué a cualquier pretexto desconoce la argumentación jurídica de la
Contraloría, que es la misma que le hemos planteados como vecinos debidamente
informados? ¿Es posible que un alcalde oficialista se eche al bolsillo una resolución
imperativa de la Contraloría, sin dejar que las instituciones funcionen? El dictamen de Contraloría ha sido dictado en estricto derecho. Lo demás
son simples pretextos, excusas dilatorias e ilegalidades. Y si el alcalde no se
ajusta al derecho, ¿qué le exigiremos a sus funcionarios o a los vecinos en
general? Las acciones ante la Corte, que alude su "defensa", fueron presentadas después
que lo hiciéramos en Contraloría, organismo este último al que entregamos los dos
fallos anteriores del año 2007: el de la Corte, que decidió esperar por una lenta
resolución del TER, y el de este último tribunal, que finalmente se declaró
incompetente por las mismas razones de autonomía por las cuales el alcalde no debe
intervenir. La Contraloría tenía la obligación de pronunciarse, ya que no tenía por qué
saber que después volveríamos a recurrir a la Corte, en uso de nuestros justos
derechos. Los dirigentes vecinales sólo esperamos que quede claro que el alcalde
"se la juega" por eludir la Ley y por intervenir ilícitamente al interior de las
organizaciones sociales. Entonces, es obvio concluir que una vez más nuestro alcalde en Hualpén,
"se la juega" para evitar cumplir con la Ley y con sus obligaciones de autoridad
en beneficio de todos los pobladores habitantes de esta comuna, y no en resguardo
de un dirigente que ha sido cuestionado al interior de una organización absoluta y
soberanamente autónoma. Por lo tanto, es falso que los recursos ante la Corte se
refieran a si fue legal o no la censura a un dirigente, como lo afirma, ya que
ambos sólo se refieren al obstinado incumplimiento de la ley, que le ordena
certificar una decisión autónoma de la junta de vecinos. Por otra oparte, hay que recordar que mientras nos acusaba de "dictadores"
porque habríamos "derrocado" a un presidente de la junta de vecinos que fue
censurado por una asamblea extraordinaria conforme a la ley, él avalaba también
mediante la censura, el descabezamiento de todo el directorio de la Asociación de
Funcionarios de la Municipalidad de Hualpén, organización gremial que recién ha
entrado en un proceso electoral del que no todos confían (no hablan en voz alta
porque temen perder sus puestos). Hoy, queda al descubierto que la única razón por la que el alcalde no reconoce
el cambio de presidente, es porque el dirigente César Andrades, quien quesó a la
cabeza de la organización tras ejercer como su vicepresidente, va como candidato a
concejal por la Alianza, cosa que no nos importa, porque como el mismo alcalde
dice, hay que trabajar unidos, "sin mirarnos el color político unos a otros", por
el bien superior de la comunidad. La pertinacia del alcalde no alcanza a sernos comprensible. Menos aún, cuando
uno escucha sus discursos en los que siempre habla de "unidad", "trabajo
conjunto", "nobleza, generosidad y grandeza"... ¿Por qué insiste en apartarse de la Ley el alcalde de Hualpén, aun a costa de
mantener marginados de participar por ya casi un año a todo un sector habitacional
de la comuna? Conocidos son ya por buena parte de la población, numerosos otros recursos por
actos contrarios a la legalidad, como los empresndidos por un profesor con motivo
de un llamado a concurso; el de cerca de 50 funcionarios de la salud, por
rebajarles arbitrariamente sus rermuneraciones; el reclamo interpuesto por el caso
de los funcionarios municipales ante la Inspección del Trabajo, que terminó en una
declaración de "práctica antisindical" por parte del alcalde, que debía llegar a
conocimiento de la Contraloría; los reiterados reclamos del Colegio de Profesores,
y en fin, entre otras acciones, los recursos interpuestos por nuestra propia junta
de vecinos. Recién hace unos días, el alcalde dio su cuenta pública en un gran centro de
eventos, la que quedó marcada por la manifestación de un vecino que se atrevió a
mostrar su disgusto a viva voz. Y entre las pifias de unos y aplausos de otros de
los asistentes, el vecino fue sacado por los guardaespaldas, por su valentía,
mientras el alcalde las emprtendía verbalmente contra un concejal.