sábado, 16 de junio de 2007

Transantiago

290 millones de dólares son nada menos que 159 mil 500 millones de pesos.
Nadie entrega esta cifraen pesos, ¿por qué?

(En edición)

Tribunal Electoral respalda a dirigentes ilegales

En la foto, dos de los dirigentes que entonces ejercían ilegalmente, esconden su rostro tratando de escapar del lente de "El Mirador de Hualpén"...
En el país, numerosos dirigentes de organizaciones sociales trabajan al amparo de las autoridades, sin importar que por Ley se hallen cesados en sus cargos, y lo más terrible, es que quienes tratan de hacer limpieza desarticulando las redes de abuso y empoderamiento ilícito, chocan con los obstáculos de funcionarios que justamente deben velar por el cumplimiento del espíritu de la Ley, y dejan a juntas de vecinos paralizadas por el desconocimiento de las normas legales y estatutarias.
Uno de los puntos de partida, es la disposición contenida en la letra a) del Art. 24º de la Ley 19.418 sobre juntas de vecinos y organizaciones comunitarias. Esta disposición establece que el dirigente cesa en su cargo, al cumplir el plazo o período para el cual fue elegido. Esto es, dos años.
¿Quién hace cumplir esta disposición? Esta norma, sin más requisito que el señalado, deja fuera a los dirigentes que pretenden empoderarse y mantenerse abusivamente en sus cargos, haciendo que la ley sea "letra muerta", mientras siguen siendo reconocidos por las autoridades --el alcalde--, hasta para obtener certificados de vigencia que le spermite incluso seguir postulando a la recepción de fondos fiscales...

A la hora de adoptar medidas, y pese a las responsabilidades que involucra para las municipalidades el Art. 6º de la Ley, la autoridad le hace "el quite" al tema.

Por su parte, el Tribunal Regional Electoral --por lo menos el de la Octava Región--, entrega todo su respaldo a los dirigentes ilegales para que sigan en sus cargos aun después de haberse mantenido mañosamente en el poder mientras manipularon los registros de socios en busca de un triunfo seguro en una nueva elección en cuya inscripción fueron debida y oportunamente impugnados.

Hasta aquí las cosas, ¿quién le pone el cascabel al gato?...
(En edición)