martes, 5 de enero de 2016

LOS CONCEJALES QUE EL PAÍS NECESITA La mayoría de la gente piensa que los concejales no son más que otras autoridades locales que tienen que ver con el quehacer comunal o con la municipalidad. Se eligen generalmente por ser los más conocidos, líderes naturales, o porque se han destacado en alguna actividad. También porque han tenido los recursos necesarios para darse a conocer en el momento indicado. Pero lo que todo ciudadano debe saber, es que los concejales tienen roles y obligaciones específicas que cumplir, y que muy pocos de ellos sí cumplen. Por ejemplo, la ley señala que el concejo es de «carácter normativo, resolutivo y fiscalizador, encargado de hacer efectiva la participación de la comunidad local» ¿Y cuántos concejales se conocen, que realmente ejercen su función fiscalizadora, y sobre todo, que hacen efectiva la participación de la comunidad? En su letra d) del artículo 79, la Ley Orgánica de Municipalidades señala expresamente que el concejal debe «Fiscalizar las actuaciones del alcalde y formularle las observaciones que le merezcan...» ¿Y cuáles son los concejales que realmente fiscalizan? Porque generalmente, cuando lo hacen, y cumplen con el mandato que les entrega la ley, son tildados de obstructores, que “andan con la cosa chica”, que lo hacen sólo porque son de oposición… si es que lo son. Y si no lo hacen, eso de fiscalizar…, es que simplemente no sirven. No cumplen con la ley. Son cómplices de irregularidades y hasta de ilegalidades, lo que generalmente ocurre por la llamada “lealtad política”, por amistad, compadrazgo; por dependencia, o hasta por lazos de familiaridad, como ha ocurrido por ejemplo, en la comuna de Tomé. Entonces, ¿qué concejales son los que necesita el país? Todo ciudadano, que por cierto incluye al poblador común menos instruido, debe saber que el concejal tiene la misión no sólo de fiscalizar al alcalde, preocuparse que las finanzas municipales estén correctas, y recomendar las prioridades de inversión y obras de adelanto, sino que además, debe representar a los habitantes de la comuna ante el Concejo, y debe “hacer efectiva la participación de la comunidad local”. Desde luego, parece natural que no siempre se cumplan tales requisitos. Porque a muy pocos ciudadanos parece importarle el cumplimiento de tales roles, que se hallan establecidos expresamente en la ley. Entonces, parece útil recomendar que a la hora de votar se tengan presentes las disposiciones de la ley. Porque con una fiscalización oportuna y efectiva, los municipios y particularmente los alcaldes, no tendrán que enfrentar acusaciones y recursos legales que pudieran terminar en su destitución, lo que ocurre muy a menudo porque además, los asesores, en vez de asesorar, se dedican a llevarle el amén al “jefe”, a quien no se atreven a contrariar ni siquiera para evitar faltas a la legalidad. (Editorial de "El Mirador" versión papel, de fecha 30 de septiembre de 2008, por Luis Tapia González)