lunes, 13 de agosto de 2012

CRISIS EN RENOVACIÓN NACIONAL

Miseria Humana: CRISIS REGIONAL RN.- Cuando se mira desde fuera los escándalos políticos de las diferentes colectividades, en todos los niveles del poder, es difícil llegar a comprender tanta miseria humana. Pero más difícil aún es pensar que en la propia tienda elegida como la mejor alternativa de participación y democracia pudiera llegar a pisotearse la dignidad de las bases cuando deciden un cambio en la dirección de alguno de los estamentos del Partido, ridiculizándolo de paso ante la opinión pública del país. Ocurre cuando un grupo de caudillos se enquista en el poder jurándose apoyos y lealtades recíprocas, sin importar la democracia, ni el decoro, la honestidad, ni las normativas estatutarias, ni las disposiciones legales, ni la dignidad de las personas… Porque es tradicional y de aceptación universal que en toda contienda electoral finalmente se respete el veredicto de la mayoría. Y como también es común –diferente a normal– que surjan irregularidades reales o inventadas, se cautela primero el respeto a los vencedores, y se asegura luego que los responsables sean debidamente castigados por sus faltas, y éstas subsanadas en tanto no alteren el resultado mayoritario de la elección. Y es lo que sucede hoy en Renovación Nacional, colectividad señera y punto de referencia para quienes necesitan mantenerse apartados de los extremos ideológicos del país, cuando el poder enquistado no ha trepidado en argucias para impedir la ratificación del triunfo de las bases que decidieron el cambio en la dirección regional del Biobío. Porque es el colmo, casi inverosímil, que las actas electorales no llegaran oportunamente al Tribunal Supremo, instancia que con estos documentos debía ratificar el resultado de la elección. Luego las actas aparecieron. Pero tardíamente. Estaban en algún lado ¿ocultas?. Pero no estuvieron a disposición cuando debían.. En tanto, el presidente regional vencido, al amparo del Jefe Nacional y su escolta, saltó por sobre la institucionalidad partidaria al llevar su reclamo nada menos que la Justicia Ordinaria para que conociera de una acusación de fraude electoral, desafiando la competencia jurisdiccional en la materia. La idea, interferir el proceso al interior del Partido, y justificar en parte la autoincautación de documentos. El Tribunal Supremo fue impedido así arteramente de emitir un pronunciamiento sobre la validez de la elección que en segunda vuelta decidió el cambio de rumbo en la dirección regional. Y fue ¿forzado? a entregar las directrices para que fuera la Directiva Nacional –misma que ampara al renuente perdedor– la que adoptara medidas para asegurar la “conducción regional” necesaria. Era obvio. La Directiva Nacional, a sabiendas que las actas ya estaban en poder del Tribunal Supremo, se adelantó en su jugada y nominó una “Directiva Regional” no transitoria, sino para todo el período 2012-2014. Así se dio el capítulo más excitante de esta serie novelesca. Un golpe de timón; un Golpe de Estado según muchos; un golpe a la unidad partidaria, y una amenaza de quiebre institucional. Todo ello, ¿por qué? Porque era necesario a intereses sectarios que decidieron perpetuar en el poder al ex presidente regional quien seguirá manejando los hilos de conducción partidaria a través de sus incondicionales, nominados como “Directiva Regional”

No hay comentarios: