Elección Interna en Renovación Nacional: 2a. Vuelta Regional

La división interna en los partidos políticos chilenos es un hecho lamentable, y tan indesmentible como la división entre las alianzas. Y esto cobra mayor relevancia frente a las contiendas electorales nacionales o internas de los partidos o conglomerados. Lo lamentable está en la forma como se cuestiona el surgimiento de nuevas alternativas y propuestas cuando éstas se contraponen a los líderes de turno. Entonces se habla despectivamentede "disidentes" para calificar a los sectores que creen verdaderamente en los cambios y la renovación. Es lo que ocurre ahora al interior de Renovación Nacional, cuando luego de competir el 12 de mayo tres de cuatro listas para elegir la nueva dirigencia del Biobío, se enfrenta una segunda vuelta, que tendrá lugar en la Octava Región el próximo sábado 7 de julio. Se tilda de "disidentes" a los integrantes de la lista "C" que liderados por Alejandro Sáez compiten con la lista "A" que encabeza Claudio Eguiluz. Y si bien es cierto que existen serias críticas contra la actual mesa directiva, no es menos cierto que a ambos sectores les interesa finalmente la unidad partidaria, porque en esta contienda se enfrentan propuestas diferentes y alternativas distintas a nivel regional de la colectividad. La necesidad de un cambio en la conducción regional de RN quedó demostrada cuando se inscribieron cuatro listas para disputar la dirección de la mesa, el 12 de mayo último. Y si existe consecuencia en los electores, se espera que todos o la mayoría de quienes se pronunciaron por el cambio en la primera vuelta, lo hagan ahora por la misma opción el 7 de julio, sin que ello signifique dividir al partido, sino por el contrario, terminar en una unidad creciente, inclusiva y más cercana a las bases. No parece legítimo por lo tanto, apropiarse de los símbolos del partido, de sus sedes o del nombre del actual presidente nacional, para aparentar ser la "lista oficial". La legitimidad del proceso la dará la participación democrática e informada; sin presiones, amedrentamientos, calumnias ni amenazas.