sábado, 21 de julio de 2012

CRISIS PARLAMENTARIA EN CHILE

El Parlamento chileno ha dejado de ser representativo y pierde la esencia de su institucionalidad al alejarse de las bases electoras del país --los ciudadanos-- y desconocer o no considerar sus necesidades, posturas e inquietudes al legislar. Así se desprende de múltiples hechos y situaciones que se discuten en el Congreso sólo desde el punto de vista de los intereses político-partidistas de los parlamentarios, de espaldas a la ciudadanía, como ocurrió cuando debieron decidir acerca del necesario reajuste salarial o Ingreso Mínimo de los trabajadores. Los enormes recursos fiscales que se gastan solamente en las dietas parlamentarias, no se justifican cuando se aprueban leyes plagadas de vacíos e insuficiencia, sin considerar los costos de mantenimiento de toda la infraestructura física y humana del Congreso en Valparaíso y Santiago. Situaciones Inconcebibles.- Son tantas las situaciones de negligencia legislativa, que llenarían tomos en cualquier biblioteca. Aquí, sólo una muestra: A la celeridad con que se aprueban los reajustes e incrementos de las dietas parlamentarias, se contrapone la perversa dilación con que se tratan normas vitales para la gran mayoría de la población nacional, como es el sector laboral. Es igualmente perversa y vergonzosa la falta de determinación parlamentaria por la forma absurda además de injusta en que las grandes empresas eluden el pago racional de patentes municipales, con tan serio perjuicio para las comunas así burladas. Es inaceptable que mientras la ley prohibe que los alcaldes del país accedan al cargo si son consumidores de drogas o estupefacientes, no exista norma que obligue a que tales postulantes cumplan con exámenes adecuados que permitan el cumplimiento de la norma. No tiene asidero tampoco la arbitrariedad indiscrecional con que se permite que el Servicio de Impuestos Internos cambia las reglas del juego sin compensación alguna, cuando obliga a los contribuyentes a utilizar sus sistemas informáticos, además del personal especializado, sin preocuparse de los mayores costos por concepto de adquisición y mantención de equipo computacional, servicios de internet, papel y tinta a granel en que deben incurrir las empresas "micro" y "medianas". Porque por este medio el fisco ahorra importantes sumas en formularios de papel y en personal de digitación, mientras arguye que el contribuyente se beneficia al descontar de sus impuestos (apenas) el 20 por ciento del total de estos gastos. En fin, entre otras fallas que rayan en lo increíble: La recurrente falta de respuesta de gran parte de los parlamentarios a cartas y consultas de los ciudadanos; el escaso contacto con las bases poblacionales en sus territorios; el uso indebido y abuso de su autoridad; las presiones bajo amenazas como las denunciadas para obtener prebendas o favores; el uso irregular no poco frecuente de sus asignaciones con fines específicos, y el votar muchas veces por "órdenes de partido" o por "taimaduras" políticas, son también actitudes viciosas que culminan en el desprestigio de la política en general y de los servidores públicos electos en particular. A la luz de esta realidad, que se arrastra por años en el país, la ciudadanía espera que sea el propio Parlamento el que liderado por los presidentes de ambas cámaras inicien la búsqueda de medidas correctivas a la situación actual, porque de lo contrario será muy difícil controlar la fuerza que puede llegar a tener el creciente "asambleísmo popular" que termina en desmanes vandálicos y destrucción no sólo de bienes públicos y privados, sino del tejido mismo de la sociedad, como consecuencia del debilitamiento de la verdadera representación parlamentaria.

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